Yo solamente puedo agregar que en mi adolescencia disfruté mucho de los fines de semana recorriendo las aceras del Parque Nicolás Ulloa, estos paseos donde se reunían jóvenes de Heredia y cantones cercanos Lastimosamente ese punto de reunión de la juventud herediana cambio por causa del surgimiento de los males que aquejan las urbes en todo el mundo, incluyendo la falta de seguridad, transformándose en una cultura de Mall.
Sin más preámbulo, los dejo con el relato histórico del Licenciado Segura:
El actual parque Nicolás Ulloa, antiguamente fue un verdadero mercado en donde al aire libre se vendían verduras, frutas, granos, carnes, gallinas, huevos, dulce, sal cacao, telas, es decir casi lo mismo que se vende hoy en los mercados; sin embargo, esta actividad finalizó en 1887, porque la municipalidad, en su sesión del primero de abril de tal año, acordó lo siguiente: "Deseos la municipalidad de formar en la plaza principal un parque, como un lugar de recreo y foco de reunión, se acuerda, autorizar al señor gobernador para que, conforme los fondos lo permitan, dé principio a su formación, bajo un plan ordenado y que no sea de mucho costo; para que compre por ahora 16 bancas iguales a las del parque de San José y las mande colocar 4 en cada lado de la Plaza (...) y como para las diversiones del pueblo debe destinarse un lugar central, a propósito, se señala como tal la plaza nueva, a donde tendrá lugar las que en lo sucesivo ocurran."
La plaza nueva es el actual parque González Flores.
El gobernador don Rafael Moya Murillo, ya en 1860 había sembrado alrededor de la Plaza 20 higuerones y en 1878, se había colocado la fuente, conmemorativa de la primera cañería que tuvo la ciudad; además, de 1882 a 1885, Eulalio Céspedes González y Nicolás Hernández, construyeron, de piedra fina, bien canteada, las aceras que hoy rodean el parque.
La construcción de este foco de reunión se inició en octubre de 1887, nivelando el terreno y sembrando en él, toda clase de escogidas plantas, productoras de las más bellas flores, muchas de cuyas semillas traía don Braulio Morales, de sus varios viajes a Europa.
El primer diseño del parque fue propuesto por don Cleto González Pérez y llevado a cabo por Quinto Braghiroli, sustituido en 1890 por Rogelio Bernini Cassoni, ambos italianos.
El periódico El Heraldo de Costa rica, del 17 de mayo de 1891, publicó la nota siguiente: "Digno de elogio es el cuadro que hoy presenta la antigua plaza de esta ciudad, convertida en un precioso jardín, sembrado de flores que perfuman el aire y engalanan la vista de quienes tan simpáticas, como ellas, allí acuden a recrearse con la naturaleza y a admirar cuanto es el ornato de una población, cuando aunque poca, se dirige con gusto."
La tentación de este jardín sedujo a los oportunistas y desde 1890, comenzaron a hurtar, no solamente las flores sino con todo y las plantas, atentado que realizaban por las noches, cuando aun prevalecía la total oscuridad y tratando de evitar este delito, don Juan Vicente Gutiérrez Flores, vicepresidente municipal, propuso a sus compañeros que solicitaran el presidente de la República don José J. Rodríguez, una baranda de hierro, la cual, mediante intervención de don Joaquín Lizano Gutierrez, que ocupaba el cargo de Ministro de Gobernación, pronto llegó a Heredia y a mediados de 1892, fu colocada por Domingo Rigioni Menchino, con el auxilio del parquero Rogelio Bernini.
El parque ha recibido varias remodelaciones, la más importante la llevó a cabo el gobierno de don Alfredo González F. quien el domingo 13 de agosto de 1915, le inauguró su moderna iluminación eléctrica, aceras interiores y una de mosaico, paralela a la baranda, pero en su interior, además se colocaron asientos de cemento.
El periódico La Información, del martes 6 de agosto de 1918, publicó lo siguiente: "El parque es mucho más bello que el de San José, se mantiene limpiecito, cuidadosamente conservado, es el paraje de distracción y recreo preferido por la sociedad herediana, y aquel lugar toma entonces un aspecto encantador".
En aquellos años no había más distracción que la visita al parque los martes, jueves, y domingos, días en que la banda militar, deleitaba al público con sus agradables conciertos, sin embargo, la mayoría de los concurrentes, de ambos sexos, se dedicaban a correr la orilla del parque, prefiriendo la acera exterior, la de piedra de granito; pero era tanta la gente, caminando cada grupo en la dirección que se le antojara, que aquella costumbre llegó a ocasionar un verdadero caos, que algunos aprovechaban para provocar irrespeto a las damas.
El periódico El Arca, semanario publicado en Heredia por José Ismael Cordero Vindas, de fecha 14 de noviembre de 1914, decía lo siguiente: "Por este medio, y confiados en la cultura que característica a los señores gobernador y comandante de policía de esta provincia, les trasladamos el buen deseo que tiene algunas personas de esta sociedad, de ver si es posible organizar los paseos alrededor del parque central, de tal modo que no ocurran esos enojosos tropiezos en que se sufre, a veces, la malacrianza de gentes incultas y desconsideradas.
Es muy sencillo procurarlo para comodidad de todos. Basta disponer que las personas tomen siempre la mitad derecha de la acera, en la dirección que caminan, no opinamos que sigan una misma dirección por que eso daría lugar a que se formen grupos en las esquinas para ver las personas que van atrás o adelante."
Fotografía cedida por estudiantes del Colegio Universitario de Alajuela en el Año 2007. |
Como el quejoso no era escuchado por las autoridades, el 9 de enero de 1915, envió una carta a 18 jóvenes, entre ellos a Ernesto González Flores, Bernardo Benavides Zumbado, Nilo Villalobos Quesada, Luis Dobles Segreda, José Fermín Meza, para que se unieran a otros amigos y amigas y establecer las reglas que pusieran en al to la cultura y el buen porte de la sociedad herediana.
Los jóvenes tomaron en serio el ruego, se reunieron y lograron convencer a las autoridades de que era necesario reglamentar esos paseos, de tal manera que el semanario, tantas veces citado, El Arca, del sábado primero de mayo de 1915, publicó el anuncio siguiente: "Mañana domingo en adelante, dice el gobernador, y por mutuo acuerdo con el comandante de policía, se pondrá en práctica la organización de los paseos la organización de los paseos alrededor del parque, en horas del concierto, siguiendo así las disposiciones del artículo 109, del Reglamento de Policía, que estatuye como principio general que las personas que transitan por las aceras, deben llevar la derecha.
Consistió dicha organización en que las damas caminaran junto a la baranda, todas en un solo sentido y los caballeros, junto a la calle, por la misma acera, pero en sentido contrario y sin ninguna discriminación de clases sociales. Cuando se congregaba alguna pareja, se separaba del grupo, penetraba al interior del parque a ocupar algún asiento o tomaba el rumbo que deseara.
Hubo casos en que gentes de condición sencilla, utilizaba la acera interior, pero lo hacían por su propia modestia.
Esta recordada tradición se mantuvo durante muchos años, aun en la década de los años 50s, pero con la aparición del cine Jara, en 1937, propiedad de don Bernardo Jara Bogantes y el Astral, en 1938, propiedad de don Carlos Cordero Zamora y luego el Century, los paseos tomaron otro escenario: del Jara al de los Cordero y viceversa, tradición que fue desapareciendo, con el debilitamiento de los cines.
Licenciado Pompilio Seguro Chaves
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